sábado, 28 de noviembre de 2009

La automedicación agrava el dolor de cabeza



Las situaciones de estrés aumentan las cefaleas que se pueden cronificar cuando no se tratan de la forma adecuada. Usar calmantes sin prescripción puede empeorar el cuadro.
El dolor de cabeza es el motivo de consulta médica más frecuente en todo el mundo. Y por esa razón es que se multiplican los medicamentos que prometen un alivio inmediato, sin necesidad de pasar por la evaluación de un profesional. Graveerror, que puede hacer que el problema se cronifique.

"Las más frecuentes son las cefaleas (dolores de cabeza) tensionales, que se caracterizan por un dolor poco específico pero intenso, que no se acompañan ni de náuseas ni vómitos. También es más frecuente en mujeres y puede tener un repunte en épocas de situaciones estresantes", explica Hugo Liaño, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid.

La mayoría de los analgésicos que se promocionan son asociaciones de un fármaco específico con cafeina, por ejemplo. "Usándolos indiscriminadamente, el paciente está mal tratado y puede cronificar su enfermedad", sentencia Liaño.
El profesional asegura que el mejor tratamiento son los AINEs (analgésicos no esteriodes, como la aspirina, el diclofenac o el ibuprofeno) de composición única, sin asociaciones con otras sustancias que no aumentan el efecto analgésico.

Uno de los grandes problemas del incorrecto uso de remedios para las cefaleas es que pueden aparecer dolores de cabeza de rebote, ya que en las cefaleas existen muchos receptores neuronales implicados que se alteran por los componentes que a veces se anexan a los AINES.

Un punto clave, y que corresponde exclusivamente al médico, es diferenciar entre cefalea tensional y una migraña. Poder distinguirlas permite establecer un correcto tratamiento desde la aparición de los primeros dolores de cabeza.

Dicen que una caricia ayuda a disminuir el dolor



Sentarse al lado de una persona enferma y acariciarle la mano es un impulso natural para la mayoría de las personas, pero un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Academia Sahlgrenska (Suecia) ha demostrado que además de producir una sensación agradable, el acto de acariciar la piel puede ayudar a aliviar el dolor.

Los investigadores llevaron a cabo pruebas en un grupo de personas sanas empleando una técnica denominada microneurografía. Éstas determinaron que las señales que se producen al acariciar la piel circulan por una ruta directa hasta el cerebro y por esta razón ayudan a calmar el dolor. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Nature Neuroscience.

"Básicamente, las señales que indican al cerebro que se está produciendo una caricia tienen su ruta particular y directa hasta el cerebro y no quedan bloqueadas ni aún cuando el cerebro esta recibiendo impulsos de dolor en la misma área", afirmó Line Loken, estudiante de posgrado en la rama de neurofisiología en la Academia Sahlgrenska.

"De hecho", añadió, "es más bien lo contrario: los impulsos relativos a las caricias son capaces de amortiguar los de dolor ".

Explicaciones
Cada fibra nerviosa del cuerpo es responsable de la las señales táctiles pertenecientes a aproximadamente un centímetro cuadrado de piel. Los investigadores hicieron pruebas en distintas áreas de piel en busca de respuestas nerviosas mediante un robot diseñado al efecto que rozaba de forma continua el área de piel de la cual era responsable una fibra nerviosa concreta. A los sujetos se les solicitó que calificaran el grado de placer que la sensación les producía.

"Mediante la inserción de un delgado electrodo en un nervio del antebrazo podemos recibir señales de una de las miles de fibras nerviosas que constituyen un nervio", explicó el profesor Hakan Olausson, líder del grupo de investigación responsable del descubrimiento junto a Johan Wessberg.

Las fibras nerviosas especializadas de la piel se denominan nervios CT. Estos llegan directamente hasta áreas del cerebro responsables de los sentimientos y las sensaciones.

"Al aumentarse la frecuencia de las señales nerviosas enviadas a los nervios CT, los sujetos informaron que la experiencia era cada vez más gratificante", explicó Wessberg. "De los nervios de la piel que hemos estudiado, sólo los nervios CT presentaron esta fuerte relación entre la frecuencia de las señales y el placer sentido".

Hasta ahora, la función del sistema nervioso periférico en las sensaciones de placer no había recibido demasiada atención por parte de la comunidad científica.

El equipo de investigación entiende que los resultados del estudio son la primera prueba de que existe una relación entre las sensaciones de tacto agradables y positivas y la codificación relativa al nervio aferente periférico.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Tomar café parece contribuir a disminuir el riesgo de infartos entre las mujeres


Una reciente investigación publicada en la revista médica especializada Circulation indica algo que “hasta ahora” contraría un mito que habla de que el café es malo para el corazón. Ahora se comprueba que las mujeres que beben café, en forma moderada pero constante, tienen un menor riesgo de sufrir algún tipo de infarto.
A esta conclusión llegó un equipo médico coordinado por Rob van Dam, Profesor en la Harvard Medical School, de los Estados Unidos, luego de seguir y analizar las costumbres alimenticias y la salud de decenas de miles de mujeres norteamericanas, a lo largo de más de 25 años.
Además, el trabajo parece indicar otra conclusión favorable para los amantes del buen café: tomar una taza de esta bebida podría ayudar a proteger a la mujer contra el desarrollo de una incipiente diabetes, sin elevar, al mismo tiempo, el riesgo de tener problemas cardíacos.
Finalmente, el trabajo indica otro detalle. El café, tan habitualmente acompañado por un cigarrillo, no parece ser una buena combinación ya que el tabaco anula esta doble protección que el café parece otorgar
LOS DATOS
"Mucha gente suele pensar, y estar preocupada, por el hecho de que tomar café podría ser un factor de riesgo en relación a los problemas cardíacos y elevar la probabilidad de un infarto, comenta van Dam. "Pero lo que nosotros estamos viendo en este trabajo es que en realidad el tomar café en forma moderada podría terminar siendo beneficioso para la salud".
Para llegar a estas conclusiones el equipo de médicos analizó en forma sistemática la relación entre la ingesta de café y el riesgo de infarto en un gran grupo de más de 83.000 mujeres de un promedio de 55 años de edad, que participaron de un gran estudio (Nurses' Health Study) entre los años 1980 y 2004.
Al comienzo de este trabajo ninguna las participantes habían registrado infartos enfermedades cardíacas, diabetes o cancer. A todas esas se le realizaron detallados cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios cotidianos y se siguió su salud a lo largo de los años.
Basados en la respuesta de las mujeres, los investigadores encontraron que el 84% de las mujeres consumían café común, un porcentaje menor lo hacía con café descafeinado y el 78% consumía té.
Durante el estudio, que abarcó 24 años de vida, se registraron más de 2300 infartos. Luego de correlacionar estos datos, se encontró que quienes bebían café en mayor medida no tenían una mayor incidencia de este tipo de problemas.
De hecho, se constató lo contrario: las mujeres sanas, que consumían entre 2 y 3 tazas de café en forma diaria tenían, en promedio, un 19% de riesgo menor de parecer algún tipo de infarto que las mujeres que bebían menos de una taza de café al mes. Y, quienes consumían 4 tazas de café al día tenían un riesgo menor del 20% de tener este tipo de incidentes.
Por supuesto, los investigadores recuerdan qué otras condiciones médicas asociadas como el insomnio, la ansiedad, la alta presión, o alguna complicación cardíaca pueden ser negativamente agravadas por una alta ingesta de café.
Y recordaron que estos datos preliminares deben ser confirmados por otros estudios antes de que se pueda recomendar tomar café a todas las mujeres. Pero ahora, al menos, servirse un café podrá generar menos culpa.

Cepillarse los dientes previene enfermedades cardiovasculares


A la hora de cuidar el corazón, lo más frecuente es pensar en el peso, el nivel de colesterol y el siempre nocivo cigarrillo. Sin embargo, hay una precaución extra que resulta igual de importante para cuidar nuestros latidos: cepillarse los dientes.
A la hora de cuidar el corazón, lo más frecuente es pensar en el peso, el nivel de colesterol y el siempre nocivo cigarrillo. Sin embargo, hay una precaución extra que resulta igual de importante para cuidar nuestros latidos: cepillarse los dientes.

Este nuevo dato es muy importante porque las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo, especialmente en las naciones de occidente e incluyendo a nuestro país.

Un equipo de microbiólogos de la Universidad de Bristol y el Colegio Real de Cirujanos de Dublín, Irlanda, encontró que las personas que no se cuidan los dientes como corresponde terminan con encías que sangran. Estas heridas constituyen la puerta de entrada para alguna de las 700 clases de bacteria que suelen rondar la boca.

Los científicos dijeron que ahora reconocen que las infecciones bacterianas constituyen un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardíacas. El problema comienza cuando estos bichos microscópicos entran al torrente sanguíneo a través de las encías dañadas y se encuentran con las plaquetas, uno de los protagonistas principales de la coagulación.

Al unirse una con la otra, pueden ocasionar la formación de un coáguloque potencialmente dificulte o impida el flujo de sangre en los pequeños vasos del corazón.

Los investigadores explicaron que, cuando esto ocurre, el único tratamiento eficaz consiste en la aplicación de antibióticos. Sin embargo, esta opción es cada día más complicada porque las bacterias siguen haciéndose más y más resistentes a nuestros intentos por exterminarlas.

Comentaron que ahora están estudiando cómo reaccionan las bacterias con las plaquetas, para diseñar medicamentos más eficaces para tratar las enfermedades cardíacas causadas por infecciones.

Dormir menos de 7 horas aumenta tres veces el chance de resfríos



Dormir menos de siete horas por noche incrementa tres veces las posibilidades de contraer un resfrío, mientras que descansando aún menos tiempo, las chances crecen cinco veces. Esta es la principal conclusión de una investigación realizada en Pittsburgh, Estados Unidos, por profesionales de la Universidad Carnegie Mellon.

"Nuestro trabajo es el primero en mencionar que durmiendo menos de las ocho horas recomendadas, disminuye la resistencia del cuerpo frente a determinados virus. Esto quiere decir que desarrollar hábitos de sueño regulares y rutinarios contribuye al funcionamiento del sistema inmune y la habilidad de éste para defenderse", explica el autor principal del estudio, Sheldon Cohen.

Asimismo, en las conclusiones de la experiencia que forman parte de la edición de enero de la revista especializada Archives of Internal Medicine, Sheldon afirma que pruebas anteriores habían demostrado que dormir las ocho horas diarias habitualmente recomendadas por los especialistas contribuye también al descenso de las tasas de enfermedad cardíaca y fallecimiento.

Durante el desarrollo del estudio que se extendió entre 2000 y 2004, el equipo de Cohen recolectó datos de 153 hombres y mujeres a los cuales se les preguntó no sólo cuántas horas dormían por noche sino también cuáles eran las sensaciones al día siguiente. Es decir, si se sentían cansados, si creían haber descansado o estar preparados para enfrentar el día.

Por otro lado, más allá del cuestionario, a los participantes se les administraron gotas para la nariz que debían colocarse además de reportar cualquier síntoma relacionado con el resfrío, la molestia nasal o la gripe. En cuanto a las pruebas más "estrictas" o concluyentes, a las 153 personas se les tomaron muestras de mucosas y de sangre para testear los virus y las respuestas del organismo frente a estos agentes.

"Hallamos que los que habían estado durmiendo menos de siete horas tenían tres veces más posibilidades de enfermarse, de contraer un resfrío. Por otro lado, aquellos que pierden más del 8% de su tiempo de descanso cada noche -debido a que se despiertan o tardan en dormirse-, tienen sus chances de enfermarse al estar expuestos a un virus incrementadas cinco veces", refirió el doctor Cohen quién además agregó que "más allá de las cifras y demás, la investigación apunta a remarcar la importancia de cuidar el organismo no sólo comiendo bien o haciendo actividad física sino también descansando la cantidad de tiempo necesaria según las actividades que cada uno haga".

En la misma línea, la argentina Margarita Blanco, especialista en neurofisiología clínica y medicina del sueño del Centro Neurológico del Hospital Francés, confirmó: "Un buen descanso es fundamental para empezar bien el día siguiente y, en consecuencia, estar preparados para todo aquello a lo que podemos resultar expuestos".

martes, 24 de noviembre de 2009

Tomar media copa de vino por día puede aumentar la esperanza de vida en 5 años



Beber la mitad de un vaso de vino cada día parece contribuir a aumentar la esperanza de vida en un promedio de cinco años , al menos entre los varones. Así lo sugiere una la investigación publicada por la revista Journal of Epidemiology and Community Health.
Los autores, que son científicos holandeses, basaron sus conclusiones en un estudio que abarcó a 1.373 hombres seleccionados al azar, cuya salud cardiovascular y su esperanza de vida -a los 50 años- fueron controlados en forma sistemática entre 1960 y 2000.

Entre otros parámetros, los investigadores examinaron la cantidad de alcohol que los hombres bebían regularmente, de qué tipo era y en qué plazo de tiempo lo hacían. Lo que se buscó fue determinar si éste tenía algún impacto sobre los riesgos de mortalidad a causa de enfermedades cardiovasculares, y accidentes cerebrovasculares.

Por otra parte, también se siguió peso y la dieta, el hecho de si fumaban, y durante cuánto tiempo, y se buscó la presencia eventual de alguna enfermedad grave.

Durante los 40 años de seguimiento, 1.130 de los hombres murieron. Y más de la mitad de las muertes fueron causadas por enfermedades cardiovasculares.

RESULTADOS Y VINO
Los investigadores descubrieron que -a largo plazo- el consumo moderado de algún tipo de alcohol, hasta 20 gramos diarios, se asociaba a una extensión en el promedio de vida de hasta dos años adicionales en comparación con los que eran abstemios.

Y los hombres que tomaban sólo vino (menos de la mitad de un vaso al día) vivían alrededor de 2,5 años más que los que bebían cerveza u otras bebidas alcohólicas, y casi 5 años más que aquellos que nunca bebían alcohol.

Así, beber vino se asoció fuertemente con un menor riesgo de morir por causa de enfermedades coronarias, enfermedades cerebrovasculares y muerte por otras causas.

Estos resultados se verificaron, independientemente del estatus socioeconómico, de la dieta y de otros hábitos de vida. Claramente, una copa de vino al día parece ser beneficiosa. Salud.

La comida chatarra aumenta el riesgo de deprimirse




Generalmente se piensa que una dieta poco equilibrada sólo afecta el bienestar físico. Sin embargo, un equipo de investigadores de Gran Bretaña encontró que alimentarse con muchas comidas procesadas aumenta el riesgo de desarrollar una depresión.
A su vez, recalcaron que una dieta rica en frutas, vegetales y pescado protege a las personas de sufrir este mal.
La depresión consiste en una seria alteración del estado de ánimo que puede durar un corto tiempo o ser más permanente. Se expresa con varios síntomas, como la tristeza profunda, la irritabilidad, una disminución en el rendimiento general, el decaimiento, entre muchos otros.
Para averiguar la incidencia de la dieta en la depresión se trabajó con 3.500 personas de alrededor de 55 años de edad. Al comenzar el estudio, se presentó a los voluntarios un cuestionario donde detallaron su tipo de dieta y alimentación. A su vez, se analizó el riesgo sufrir una depresión en cada uno de ellos.
Al pasar cinco años, los científicos de la Universidad de Londres volvieron a encontrarse con ellos y analizaron cuáles tenían síntomas de depresión. Aquellos que solían comer alimentos procesador mostraron un riesgo 58% mayor de sufrir este mal.
Por el contrario, los amantes de las frutas, verduras y pescados resultaron tener muchas menos posibilidades de desarrollar este tipo de tristeza. Los autores publicaron sus resultados en la Revista Británica de Psiquiatría.
Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué los alimentos como la comida chatarra, los productos lácteos con mucha grasa o las papas fritas aumentan el riesgo de deprimirse, los científicos creen que la causa sería que esta dieta promueve males cardiovasculares e inflamaciones.
Además, los muchos nutrientes presentes en las frutas y verduras, así como los ácidos grasos poliinsaturados de los pesados podrían ser la razón por la cual estos alimentos protegen contra la depresión.
De cualquier manera, los investigadores británicos aclararon que hay que estudiar aún más cómo ejercen su efecto beneficioso o nocivo los distintos tipos de alimentos.